TÓMATE UN TIEMPO Y LEE SIN PRISAS.

Disfruta de la práctica.

Importante

  • Practica con atención plena y respeto hacia tu cuerpo.

  • Adapta la práctica según tu ritmo y posibilidades.

  • Si tienes alguna lesión, condición médica o duda, consulta con un profesional antes de comenzar.

  • El yoga no es una meta, es un camino. Disfrútalo.

El lugar de práctica

Crea un espacio tranquilo, libre de distracciones y con una temperatura agradable. Puedes acompañarlo de:

  • Luz tenue.

  • Cojín de meditación o silla cómoda.

  • Elementos opcionales (incienso, velas, música suave).

  • Elige siempre lo que te aporte calma, sin que se convierta en distracción.

Material recomendado

  • Esterilla: base segura y antideslizante.

  • Bloques: apoyo para posturas y alineación.

  • Cinturón/correa: facilita estiramientos sin forzar.

  • Manta: soporte y comodidad en relajación.

  • Silla: adapta la práctica a todas las personas.

  • Bolster: ideal para yoga restaurativo y relajación profunda.

  • Zafú (cojín de meditación): eleva caderas y favorece postura erguida.

  • Pared/muro: soporte y referencia postural.

  • Rueda de yoga: ayuda en aperturas y estiramientos profundos.

  • Bolsas de arena/semillas: inducen calma y arraigo.

  • Antifaz: facilita la relajación y el descanso visual.

  • Elementos sensoriales (opcional): aceites, cuencos tibetanos, etc.

Postura meditativa

Lo importante no es “cómo” te sientas, sino encontrar una posición estable, erguida y cómoda.

Principios generales:

  • Espalda erguida, sin rigidez.

  • Hombros relajados.

  • Mentón suavemente recogido.

  • Manos apoyadas cómodamente.

  • Rostro relajado.

Opciones de postura

  • En silla: pies apoyados en el suelo, rodillas a 90°.

  • En zafú: caderas elevadas, piernas cruzadas y estables.

  • En el suelo: postura fácil, loto o medio loto (con apoyo si lo necesitas).

  • En banco de meditación: opción cómoda para caderas y rodillas sensibles.

  • Reclinada: ideal para relajación o escaneo corporal (con cuidado de no dormirte).

  • Ajusta y adapta según tus necesidades. La mejor postura es aquella que te permite meditar sin distracciones.


Consejos prácticos

  • Usa ropa cómoda y holgada.

  • Espera un tiempo tras comer antes de practicar.

  • Respira con atención antes de iniciar: observa tu respiración natural sin forzarla.

  • No importa la duración: empieza con lo que te resulte cómodo y aumenta progresivamente.

  • Mantén una actitud abierta y sin expectativas: observa y vuelve al foco con amabilidad.

Dudas frecuentes

¿Qué hago si no dejo de pensar?
No intentes callar la mente; observa los pensamientos y regresa suavemente a tu respiración.

¿Cuándo se notan los beneficios?
Con constancia, muchas personas perciben cambios en pocas semanas.

¿Es normal sentir emociones intensas?
Sí. La meditación puede sacar a la luz emociones guardadas. Obsérvalas con compasión, sin juzgar.

¿Puedo meditar acostado?
Sí, aunque sentado es más fácil mantener la atención.

Recuerda: cada cuerpo y cada mente son únicos. Tu práctica es tuya, y lo más valioso es recorrer el camino con amabilidad, respeto y presencia.